Hace algún tiempo, asistí a una charla en la que se hablaba de marketing y redes sociales. Es interesante descubrir la de cosas interesantes y aparentemente sin conexión con la charla original, que puedes aprender si te pones en modo esponja.
Nada es tan fácil y útil como escuchar mucho. Juan Luis Vives
Foto de L.Bö vía Flickr
En ella, Roberto Carreras dijo una frase muy interesante, que me ha hecho pensar tanto, que le he querido dedicar este post. La frase decía más o menos lo siguiente “Los seres humanos tenemos dos orejas y una boca para escuchar el doble de lo que hablamos” y no puedo estar más de acuerdo con él.
Vivimos en una sociedad en la que tantas personas buscamos tener éxito en nuestra vida, en la que parece que te tienes que vender constantemente, en la que la competencia te hace esforzarte mucho. Parece que todo va enfocado al yo, yo y yo, y lo único que queremos es hablar de nuestro libro.
El “marketing personal” es bueno y creo nos ayuda a desarrollarnos como personas, nos ayuda a compartir nuestras metas y objetivos. Lo que pasa es que cuando tenemos un proyecto entre las manos que nos apasiona, tendemos a querer contárselo a todos los que nos rodean para contagiarles del espíritu y hacerles partícipes de nuestro entusiasmo.
Esto hace que si no nos controlamos, acabemos generando muchísimo ruido. Y ese ruido acaba por inundar todas nuestras relaciones, hasta llegar a un punto en el que dejamos de escuchar a los demás y a nosotros mismos.
Por eso creo que cada día es más importante saber escuchar, porque de tanto hablar, nos estamos quedando sordos y perdiéndonos todo aquello que el resto de personas tienen que contar.
La gente que habla de marketing en redes, dice que por cada tweet sobre autopromoción, deberíamos enviar otros 9 en los que aportemos valor. Creo que esta podría ser una buena relación para hablar/escuchar: por cada momento que hablemos de nosotros mismos, dejar 9 para escuchar a los demás.
Te propongo un ejercicio: durante dos o tres días (tiempo suficiente para olvidarte de este post), se consciente de tu sordera y concéntrate en escuchar. Simplemente deja de hablar, o hazlo lo justo y necesario, pero nada más.
Emplea este tiempo para escuchar a las personas. Esta escucha tiene que ser de tipo activa, no vale con que te calles mientras te hablan y dedicarte a pensar en tu mundo. No, una escucha activa implica que pongas todos tus sentidos en vivir las emociones de esa persona. Es oír lo que dice, pensar sobre ello, analizar su lenguaje no verbal y extraer la esencia de su mensaje.
No en vano uno de los aspectos más importantes y valorados en comunicación es saber escuchar. A todos nos gusta que nos escuchen, por lo que cuando entablamos una relación del tipo que sea, nuestros interlocutores valorarán mucho saber que les estamos escuchando con nuestros 5 sentidos.
Personalmente cada día le dedico un poco más de tiempo a esta tarea y resulta un ejercicio muy gratificante, porque realmente te das cuenta del ruido innecesario que generas cada vez que abres la boca y de la gran cantidad de matices y detalles del resto del mundo que te estás perdiendo.
La parte final de este post va a ser un silencio, para poder escuchar lo que me tienes que decir en Twitter o en los comentarios.
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Y tú, ¿escuchas a los demás o has venido a hablar de tu libro?
Aitor Calero García dice
Muy buena reflexión Chema!
Luis Enrique dice
Me encanto haberte escuchado (leído). Esta habilidad es tan común en las personas tímidas por lo que me encanta juntarme con ellas, aunque yo soy una de ellas. Espero que tambien te guste escuhar por un momento este sitio diariodeunpensanteprincipito.blogspot.com Saludos
Chema dice
Gracias por aportar y por el enlace 😉
Julio Martin dice
Tenemos un problema de Humildad, el ego no nos deja, voy a poner en practica este pequeño truco y a entrenarme en ello.
Es verdad lo que llena a una persona sentir que alguien de verdad le esta escuchando, es como un reconocimiento que hace que se te hinche el pecho y te llene la moral.
Chema dice
Ya nos contarás tus resultados 🙂
Olga dice
Este comentario es muy valioso para mi lo que me sucede es no poder callar cuando siento y pienso que alguien se equivoca.sufro despues por mis exsesos.refrena tu lengua es consejo divino.
Julio Ortiz dice
Escuchar a las personas es un arte que cada vez cuesta mas realizarlo. Tanto las empresas o las personas «dicen que se centran» en el cliente, pero tal como dices tú lo unico que se preocupan es de aumentar su rentabilidad o «reconocimiento»..
Rut dice
Escuchamos para hablar en lugar de para escuchar… gran reflexión Chema, personalmente creo que es un mal endémico de la sociedad el pensar que lo que vas a decir es más importante a lo que tienes que escuchar y es uno de los «chips» que tenemos que empezar a cambiar… porque es posible que estemos perdiéndonos muchas cosas por estar encima de nuestros ombligos, ¿no?
un abrazo!
a dice
Gracias.
Hugo dice
Siempre me han dicho que hablo mucho, pierdo la noción del tiempo y creo que soy irrespetuoso al no escuchar y valorar el tiempo de los demás.
Gracias empezare desde ya a tratar de mejorar este defecto