Todos tenemos a 4 o 5 personas en nuestro grupo de referencia que influyen en nosotros, nos ayudan en nuestro día a día y potencian nuestro desarrollo personal y profesional. Cuando queramos cambiar de metas o adquirir nuevos conocimientos, deberíamos ampliar el grupo de referencia e incluir a uno o varios mentores. Vamos a ver cómo nos puede ayudar en nuestra vida un mentor.
Foto Por Shutr vía Flickr
Qué es un mentor: tipos de mentores
Mentor era un personaje de la Odisea, fiel amigo de Ulises al que este encomendó la tarea de educar a su hijo, Telemaco. Un mentor es alguien que nos acompañará en nuestro camino de conseguir algo. Es un guía o consejero que tiene el conocimiento y la experiencia sobre aquello que queremos aprender.
Los mentores pueden jugar un papel muy importante en tu vida y carrera profesional. Puedes recorrer el camino lentamente, aprendiendo de tus errores, o puedes moverte hacia delante de forma rápida por medio de mentores. Te permiten pasar ágilmente de un estado a otro, te ahorran cometer sus mismos errores y te ahorran años de trabajo.
Tipos de mentores:
- Mentores personales de vida: son aquello que nos ayudan a pasar ciertas circunstancias de nuestra vida o crecer espiritualmente. Tienen una perspectiva distinta a la nuestra que puede servirnos de gran ayuda.
- Mentores de carrera: personas con nuestra profesión, que respetamos y son un referente por el trabajo que desempeñan y de los que queremos aprender
- Mentores casuales: personas con amplios conocimientos en un área determinada en la que queremos conseguir experiencia.
¿Para qué sirve y cómo encuentro un mentor?
Un mentor sirve para muchas cosas. Los mentores son maestros de sabiduría de lo que heredar aprendizaje, obtener soporte, pedir consejo o asesoramiento, buscador de soluciones,maestro modelo, oyente, facilitador, expansor de tu visión, etc. Además, son personas que pueden ejercer un potente Efecto Pigmalion en nosotros.
Antes de encontrar un mentor, tienes que hacerte unas preguntas a tí mismo: ¿En qué punto me encuentro?¿donde quiero llegar?¿qué habilidades necesito adquirir?¿quien tiene ya esa habilidad y me puede ayudar?
Una vez que hayas definido lo que necesitas, será el momento de buscar al mentor ideal. Este puede ser:
- Un único mentor, que posea todas las habilidades que quiero adquirir. Alguien que haya ya logrado lo que tú quieres lograr.
- Varios mentores especializados en distintas áreas, que te permitan avanzar en distintas partes de tu recorrido.
Antiguamente, los alumnos tenían un único mentor que les acogía y les transmitía todos sus conocimientos. Hoy en día, se tiende más hacia el modelo de múltiples mentores.
Ya se lo que quiero, ahora ¿cómo encuentro lo que necesito?
Una opción es pedir referencias en tu entorno más cercano, a tus familiares y amigos de confianza. También podrías preguntar en tu entorno académico y profesional: otros compañeros que tengan experiencia personal con mentores.
Si las dos opciones anteriores no dan resultado, toca echar mano de Internet. Haz una búsqueda Google, redes sociales, foros de ayuda, comunidades específicas, etc. Buscar a alguien experto en un área específica es relativamente fácil en Internet. A mi personalmente, es el método que mejor me ha funcionado.
Cómo contactar al mentor
La siguiente tarea será contactar con el mentor. Un mentor no tiene porque ser alguien rico ni famoso, puede ser alguien como tú que consideres experto en algo que quieres conseguir. Aunque también es verdad, que cuanto más experto y visible sea, más difícil será contactar con él y disponer de parte de su tiempo.
Es el momento de contactar el mentor. Habla con él, escribe un correo, o concierta una cita. Tendrás que presentarte, definir cuáles son tus objetivos y lo que te gustaría conseguir en tu profesión. Después habrá que cruzar los dedos, y esperar a que acepte nuestra propuesta.
Algo que es sumamente importante y que debemos tener siempre en cuenta es, que la relación con un mentor no debe ser unidireccional, debemos proporcionar un valor de vuelta al mentor. Como toda relación, no se trata de recibir sin dar nada a cambio, también hay que dar. Ofrece tu ayuda en aquello que el mentor pueda necesitar.
El mentor tendrá sus propios problemas, debilidades, etc. siempre hay algo que le puedes ofrecer. Tienes que encontrar la forma de dar valor a esa relación, que tu mentor sienta que merece la pena dedicarte su tiempo. Cuanto mayor intercambio de valor haya entre las dos partes, más se fortalecerá la relación.
Desarrollo de la mentoría
No esperes que el mentor te de todo lo que tiene, se específico con lo que quieres obtener de él. Planifica una agenda: una vez a la semana, al mes, etc. y prepara las reuniones con antelación para que sean más productivas.
No es necesario que la mentoría sea siempre mediante encuentros con el mentor. Se puede desarrollar a través reuniones vía telefónica o por correo electrónico.
Es de buen nacido ser agradecido. Siempre que puedas, agradece al mentor por su ayuda. Piensa que estás obteniendo información de gran valor de forma casi altruista.
Cultiva varias relaciones con mentores. A veces nuestro mentor no está disponible o no dispone de tanto tiempo como el que deseamos, por lo que es aconsejable tener a varios mentores en cada área.
Llegará un día en que, gracias a tus mentores, tú serás el experto en tu profesión. Cuando llegue ese momento, acuerdate de cómo empezaste, seguro que hay alguien deseando de recibir tus sabios consejos. Se un buen mentor.
David dice
Yo ya elegí un mentor, en el ámbito del diseño web (gracias)…
Chema dice
🙂
Mauricio dice
Excelente post, todos necesitamos un mentor para dar el salto al próximo nivel, a la siguiente etapa de desarrollo personal.
Muy buenos los consejos las indicaciones, te felicito y poner en practica estos conocimientos.
MM
Chema dice
Me alegra que te haya gustado Mauricio, ya nos contarás cómo te ha ido 🙂