A raíz de la foto que utilicé en el último post y los comentarios recibidos, he estado reflexionando sobre cómo la interpretación de una imagen por nuestro cerebro, puede mover nuestro contenido emocional de una forma totalmente distinta en cada caso.
Foto adaptada de erat vía Flickr
Lo que percibimos es parte del reflejo de nuestras experiencias pasadas
Buscando hace unos días en EveryStockPhoto algo que reflejara cómo estamos inmersos en nuestras emociones, encontré la foto en cuestión sobre la que gira esta reflexión.
Nada más verla me llamó muchísimo la atención, por lo atípica y extraña y por la calidad que tenía. Dicho y hecho, sin mirar más vi que tenía Licencia Creative Commons bajo atribución y la enlacé al post. La foto es la siguiente:
El caso es que al mirarla me producía por sí misma gran cantidad de emociones. Por un lado, sensación de extrañeza, pero por otro de una paz y tranquilidad infinita. Supongo que en parte se debe al tan logrado efecto ingravidez por la flotación del cuerpo de la chica sumergida en el agua.
Por otro lado, también sentí una cierta inquietud, un tono incluso macabro, porque mi cerebro interpretó que la chica podría estar muerta.
Ahí me sorprendí, embobado con la foto durante un largo período de tiempo. Tanto, que decidí entrar en Flickr para ver el resto de trabajos del autor y quizás ver si estaba a la venta.
Allí descubrí que la foto no era del autor, si no que había sido tomada por Tony Frissell en el año 1947. Decepción por un lado, porque me tocó eliminar la foto del post (edito: al ser propiedad del Congreso de los EEUU, parece que puede usarse libremente), pero alegría por otro lado porque la encontré en una web disponible para comprar con muy buena calidad (si alguien no sabe qué regalarme por mi cumpleaños, ya no doy más pistas ;-)).
Tony Frissell (Antoinette Frissell) era una fotógrafa newyorkina especializada en fotos de famosos y que fue fotógrafa voluntaria en la Segunda Guerra Mundial para la Cruz Roja Americana. La foto que nos ocupa, fue una de sus más conocidas y se utilizó en varias publicaciones, portadas de discos y de libros.
Indagando un poco más en la Red, descubrí algo todavía más inquietante. Si giramos la foto 180 grados, la interpretación que hace nuestro cerebro de la misma es totalmente distinta.
En este caso la sensación que me produce es de movimiento, impacto, riesgo. Alguien que se zambulle al agua sin ningún miedo, con los brazos hacia atrás y totalmente segura de sí misma.
Y con un último giro de tuerca, poniendo la foto en posición vertical otra sensación nueva…
La chica parece atrapada, succionada por algo que está al otro lado del agua. En este caso siento algo de agobio, o incluso claustrofobia.
Me resulta muy curioso cómo dependiendo de nuestra cultura y experiencia acumulada, cambia radicalmente la interpretación que hacemos de las cosas que vemos y las emociones que a ella asociamos.
Y seguro de que a ti te produce otras sensaciones distintas dependiendo de tus vivencias y experiencias previas. Por ejemplo, si has tenido algún problema con el agua podría despertar en tí sentimientos de miedo o ansiedad.
Creo que si finalmente me hago con la foto (o me la regalan…) la usaré como estímulo emocional, colocándola en distintas posiciones dependiendo de mi estado de ánimo.
Lo que seguro que no se imaginaba Tony Frissell antes de su muerte, es el impacto emocional que tuvo esta foto tras propagarse por las redes sociales.
Y a ti… ¿qué emociones ha provocado esta foto?¿Cuál es tu foto emocional de cabecera?
Atenea L2 dice
Me resulta un tema muy interesante porque, además es una de las cosas que investiga el neuromarketing, en su búsqueda por colonizarnos el cerebro. Es cierto que nos surgen emociones inmediatas al contemplar una imagen. Y que está relacionada con nuestra experiencia y cultura.
Y en ese último sentido, cuando se trata de una imagen artística ¿no te parece que también apela a nuestro conocimiento del arte y a los referentes culturales que tenemos?
A mí la foto, además de algunas de las emociones que has mencionado, me lleva a Ofelia, a la Victoria de Samotracia, a la Wendy de Peter Pan…
Mi imagen de cabecera es La ola de Hokusai, es la única ilustración que hay en mi casa. Lo demás son todo espejos.
Atenea L2
Chema dice
Estoy de acuerdo. Los conocimientos previos sobre ciertas materias como el arte, cultura, emociones y experiencias previas,etc., codicionan y enriquecen la percepción personal que tenemos de las cosas.
Muy chula la ilustración, es de una fuerza increíble 🙂
@brnabe dice
Ja ja! Es cierto, a mí lejos de producirse claustrofobia me ha producido expectación.
Será porque soy un consumado fan de Stargate. 🙂
La verdad es que no podemos ver otra cosa que aquello para lo que estamos preparados, como pasaba con los hologramas.
¿ Servirá esto para hackear nuestra percepción?
Enhorabuena me ha gustado mucho este post.
Chema dice
Lo curioso es que a cada persona le produce sensaciones distintas. Cada uno estamos configurados de una manera a base de experiencias propias. Gracias por pasar y comentar