Vértigo.
Es la palabra más adecuada para definir lo que siento cada vez que me siento (redundante) a escribir un post, porque lo que está por llegar aún ni siquiera se ha definido, más allá de un simple esbozo en mi cabeza, que finalmente no se parece en nada a lo que quería escribir en un principio.
Sentimiento que se agrava cuando veo (acabo de hacerlo) que llevaba casi 3 meses sin asomarme por aquí. Aunque he seguido escribiendo y puede que más que nunca, pero en este caso para consumo propio, en una especie de experimento para simplemente comprobar si era capaz de hacerlo. Y no, no lo he conseguido, pero aún así me ha gustado llevarlo a cabo.
Pero no quiero que esta entrada se convierta en otra disculpa más por haberme apartado del blog durante un tiempo, sino más bien en un ‘Está bien, no pasa nada por no escribir. Ya habrá tiempo…’ Y mientras tanto, a seguir enredando en proyectos y metiendo ideas en el cajón llamado ‘barbecho de las ideas’, hasta que estén maduras para salir o decidan quedarse allí para siempre.
Hace unos meses me propuse desarrollar mi propio diario de aprendizajes, en un intento de ver si era capaz de hacer 2 cosas. Por un lado, probar la teoría de que si eres capaz de hacer una cosa durante al menos 20 días, desarrollas un hábito, lo que significa que lo integras en tu vida y ya no te cuesta hacerlo. En mi caso no ha funcionado (ya me dirás si a ti si) y de hecho creo que es una teoría para gente metódica, la cual curiosamente no necesita desarrollar hábitos… Pero lo cierto, es que me sigue costando lo mismo y el no cumplirlo lleva añadido un sentimiento de culpa (win-win).
Y en segundo lugar, lo hice porque creo que todos y cada uno de los días que vivimos, aprendemos algo nuevo. Así que durante este tiempo que me ha durado la no-implantación del hábito, he tratado de reflejar en un papel digital aquello que he aprendido cada. Y del mismo modo que lo primero no funcionó conmigo, esta parte ha sido totalmente satisfactoria.
Todos y cada uno de los días he aprendido algo y he sido capaz de identificarlo, lo que supone que puede que gracias a ti o a otra persona con la que he intercambiado un tweet, una idea, o un sencillo ‘me gusta’, se ha destilado un pequeño o gran aprendizaje, que me ha impulsado hacia adelante. Y ya sabes que soy fan de la suma de pequeños impulsos, así que seguimos sumando y en algunos casos multiplicando.
Curioso, pero acabo de ir a la cocina y mientras pensaba en el esbozo de esta entrada he tirado sin querer un kilo de garbanzos por toda la cocina. La una de la mañana y recogiendo cientos de garbanzos del suelo, mientras pensaba en el por qué de haberme asomado tan poco por aquí. Me estoy empezando a rayar yo también con esta entrada…
Pero al final me llevo el aprendizaje del día. Nada es nunca como lo planeas, y eso es bueno. No importa que estés leyendo, escribiendo o trabajando o que dejes otras cosas para centrarte en un proyecto. Lo importante es que hagas lo que hagas estés a gusto con ello y que siempre te permita seguir creciendo. Voy corriendo a apuntarlo…
Ves, al final la entrada no se ha parecido en nada a lo que tenía planeado, ni es el estilo de siempre, ni siquiera se si le daré al botón de publicar. De hecho, me acabo de dar cuenta de que hace 5 días fue el cumpleaños del blog. Han pasado 4 años (voy a cambiar el título del post) en los que cada entrada ha sido distinta al resto y esta no se parece prácticamente en nada (evolución o disrupción). Pero lo único que sigue siendo constante, es que me encuentro muy contento con lo que hago y cada vez me gusta más esa maldita sensación de vértigo.
Voy a darle al botón de publicar y mañana seguiremos aprendiendo.
minimodavinci dice
Si que ha sido una entrada caótica, aunque he de confesar que se agradece leer blogueros transparentes, nos permite a otros que pasamos por las mismas etapas de incertidumbre dejar de sentirnos solos en este mundo de apariencia de orden, control y justificación.
Valentina dice
Te descubrí hace unos días y me gusta lo que leo 😉
Fernanda dice
Ha pasado un año desde tu último post, me gustaría saber cómo estas, cómo va tu vida y que haz hecho de ella. Si bien leí tu entrada de como olvidar recuerdos y me gustaría saber si sabes algo más al respecto, volver a leer sobre ti y tu trabajo.
Regresa! Te extrañamos…