No, no voy a hablar de tecnología, aunque lo parezca por el título de esta entrada. Así que si has llegado hasta aquí gracias a los inexcrutables caminos del SEO, será mejor que te quedes porque me gustaría hablarte de desarrollo personal.
Apple y Google, Google y Apple… Las dos empresas tecnológicas más importantes del panorama actual, pero también ejemplo de dos formas de concebir el trabajo y desarrollo de sus productos radicalmente opuestas, de las que podemos aprender mucho a nivel individual.
Créditos: foto de Luke Chesser
Por un lado está Apple, calidad y diseño llevados hasta sus últimas consecuencias, con el objetivo de conseguir una experiencia de usuario única. Y para ello no dudan en volcar todos sus esfuerzos en el desarrollo de un solo producto, de una forma secuencial y podríamos decir que casi obsesiva, cuidando cada detalle de principio a fin, hasta obtener el producto final, que es el que sale al mercado.
Y por otro lado tenemos a Google, empresa cada vez más diversificada y con una filosofía de trabajo bastante peculiar, caracterizada por el impulso de múltiples proyectos de forma simultánea, que no duda en impulsar aquellos con más posibilidades o cerrar los que no acaban de cuajar, como ocurrió en su día con sus proyectos Google Health, Wave, Reader o lo que le puede ocurrir al mismísimo Google+. Podríamos decir que se basan en una metodología Lean, pero aplicada a muchos proyectos a la vez, sacando al mercado productos viables pero inacabados, para irlos mejorando en sucesivas iteraciones, en base a la respuesta de los usuarios.
Parece fácil extrapolar esta forma de trabajar al ámbito personal. Puedes ser como Apple y buscar una alta especialización de tu ‘producto’, de forma que éste adquiera un alto valor diferencial con respecto a otras alternativas, o bien puedes ser como Google e impulsar de forma paralela tus habilidades más potentes, sacar un producto funcional, aunque inacabado, y esperar la respuesta del mercado para ver si vas por el buen camino o rectificar sobre la marcha. Parece que volvemos de nuevo al viejo debate entre generalistas y especialistas.
¿Y cuál de ellas es la mejor opción? Pues no lo se, pero visto sus resultados, ambas son opciones potencialmente buenas. A priori la opción Apple me parece más arriesgada, porque pone todos los huevos en la misma cesta. Aunque también sabemos que cuanto más apuestas más puedes ganar…
Por otro lado, soy muy fan de la metodología Lean, por su gran agilidad y versatilidad y porque se centra más en la respuesta de los usuarios que en suposiciones previas de una sola persona, que puede estar equivocada. Aunque desarrollar varios proyectos a la vez puede ser realmente agotador y te lo digo por propia experiencia.
En mi caso, aunque soy generalista por vocación y Lean por convicción, cada vez me seduce más la idea de centrarme en un único proyecto durante un tiempo y verlo evolucionar.
Y tú, ¿eres Google o eres Apple?
Rosana Nankin dice
Creo que también me iría por hacer un proyecto a la vez, de esa manera puedes llevar más a cabo y lograr el objetivo propuesto.