Estrenamos experimento y nueva sección en la que vamos a tratar de trasladar alguna de las conversaciones de Twitter al formato del blog, para ahondar un poco más y salir de la limitación que dan los 140 caracteres. Espero que os guste y que sea la primera de muchas e interesantes conversaciones que traigamos al blog.
Foto adaptada de chichacha vía Flickr
En la Twittersación de hoy, tenemos a Celestino Martínez, autor Comunico, luego vendo, blog muy recomendable sobre márketing y experiencia de compra.
Además, un gran conversador con el que estoy pasando unos ratos muy agradables en Twitter . Si quieres, puedes seguirle a través de su cuenta @Comunicolv.
Sin más, os dejo esta microconversación que tuvimos sobre cómo integrar nuevos proyectos en nuestra vida. Por supuesto, estáis invitados a uniros a la conversación y dar vuestra opinión sobre este tema.
A veces (en mi caso con demasiada frecuencia), nos embarcamos en proyectos sin conocer realmente el alcance de los mismos y cuando pasa un tiempo, se apoderan de gran parte de nuestros recursos. Son tareas que a priori, no parece que requieran demasiado trabajo y que vamos integrando en nuestro flujo de vida.
El problema es que el número de tareas nuevas puede ir aumentando de forma exponencial y si nos despistamos, llega un momento en el que perdemos el control y tenemos más de las que en realidad queremos y podemos asumir.
Imagina que partes de una situación analógica. Tienes por ejemplo tu trabajo, tu familia y amigos y quizás algún hobby. Como dispones de tiempo libre y muchas ganas de aprender y desarrollar cosas nuevas, empiezas a tener presencia en Internet. Al principio, sigues algún blog, tienes un perfil en Facebook y poco más.
Conforme pasa el tiempo, te subscribes a unos cuantos blogs, te abres una cuenta en twitter y decides comenzar algún proyecto, como puede ser crear tu propia página, o vender algo por internet. Cuando te quieres dar cuenta, estás inmerso en el mundo 2.0 y tienes ocupado todo tu tiempo libre en ello.
Poco a poco, van surgiendo nuevas ideas, proyectos y llega un momento en que la gestión de tu tiempo libre se convierte en una tarea imposible…
Esta situación de crisis no es tan mala como pudiera parecer en un principio, y es probable que se repita con cierta frecuencia a medida que vamos integrando nuevas actividades o proyectos en nuestra vida.
El primer efecto positivo de «la crisis del tiempo» es que tomamos conciencia de que el tiempo es finito y valioso, por lo que será interesante reflexionar acerca de la forma de administrarlo.
Así, detectaremos el tiempo de alta y de baja calidad, y buscaremos que la balanza se incline hacia el primero de ellos. Para ello, será imprescindible tener mayor control de nuestras actividades y gestionar prioridades. Los sistemas de gestión de tiempo, como el GTD, basado en el libro «Organízate con eficacia» de David Allen, pueden ser de gran ayuda.
También, para nuestras actividades online, podemos optimizar nuestro tiempo utilizando herramientas diversas como lectores RSS (Google Reader o Netvibes, para poder seguir nuestras páginas o blogs favoritos de manera rápida, incluso en el teléfono móvil), gestores de medios sociales (como Hootsuite o Tweetdeck, con los que centralizaremos nuestra presencia y seguimiento de todas las redes de las que seamos miembros), tableta, netbook o teléfono móvil con conexión a Internet (con los que podremos aprovechar pequeños ratos como esperar en una cola, tomar un café, etc.)
Creo Celestino que tomar conciencia del valor real del tiempo es fundamental, porque te ayuda a gestionar prioridades sobre donde asignar los limitados recursos temporales. Considero el GTD importante, aunque reconozco que lo implemento más bien poco…
No solo debemos aprender a gestionar mejor nuestro tiempo, sino que también sería interesante aplicar la técnica del «freno de mano». Es algo que cada vez aplico con mayor frecuencia, quizás porque cada vez me llega antes el agua de tareas al cuello y necesito evaluar la situación para evitar sentirme desbordado.
Lo que me ayuda a reiniciarme en esos momentos es lo siguiente: Frenar, analizar, deconstruir o construir y volver a acelerar. De esta forma intento volver a enfocarme en lo que realmente quiero hacer y desechar o rediseñar aquello que está lastrando mi flujo de vida.
Quizás el siguiente paso sea evitar la dispersión antes de que se produzca, no integrando ideas o proyectos nuevos hasta que pueda asumirlos realmente.
El dilema está en elegir el «grosor» del filtro que utilicemos para admitir nuevos proyectos. Si el filtro es muy exigente, podemos estar perdiendo oportunidades al descartar proyectos más interesantes que alguno de los que tenemos en marcha. En caso contrario, estaremos en la misma situación.
Es por ello que necesitamos de un sistema que nos permita auditar la cantidad y calidad de tiempo utilizado y las posibilidades de integración en nuestras actividades diarias. Y vuelvo aquí a hablar del sistema GTD, aún reconociendo que debo mejorar mucho mi aplicación de la herramienta, porque, en ocasiones, tener una perspectiva general nos facilitará la gestión simultánea de más proyectos de los que pensamos. Esto será posible porque podremos identificar diferentes estados dentro de cada proyecto y alguno de ellos, por ejemplo, nos permitirá dedicarnos a otro proyecto mientras esperamos la respuesta o la acción de alguien de quien dependemos para avanzar al siguiente paso.
Esto no quita para que, en lugar de dejarnos llevar por la euforia, no dediquemos un tiempo de reflexión antes de incorporar una nueva carga a nuestra «mochila» y me parece interesante, cada cierto tiempo, poner en marcha el «Reinicio Pigmalión» que propones: Frenar, analizar, deconstruir o construir y volver a acelerar.
El filtro es esencial a la hora de gestionar los proyectos, pero ¿qué hacemos con las ideas nuevas que van surgiendo? Las aparcamos en la lista de espera, las proyectamos o las desarrollamos…
Por mucho que optimicemos nuestro sistema GTD, este podrá colapsarse si no damos salida a proyectos en curso y seguimos inyectando nuevos.
A veces somos más creativos que resolutivos y quizás deberíamos buscar el punto medio…
Mientras no lleguemos a poner en peligro el control de nuestra vida personal o del trabajo, creo que, si no cerramos la puerta a ideas nuevas, dispondremos de más elementos para valorar la importancia de otras ideas en curso, por lo que no nos veremos obligados a terminar los proyectos que no lo merezcan.
Por lo tanto, creo que deberíamos analizar, incorporar y desarrollar cada proyecto y, paralelamente, hacer un seguimiento del total de proyectos y de la distribución del tiempo destinado a ellos. De ser necesario, habríamos de seleccionar los más importantes, para que el estrés no haga descarrilar la totalidad de nuestra actividad.
Y por último, Chema, estoy de acuerdo en que siempre deberíamos buscar el punto medio, y esta cita lo explica mejor que yo:
«Desafortunadamente, el equilibrio de la naturaleza estipula que la super-abundancia de sueños se paga con el aumento de las pesadillas» (Peter Alexander Ustinov).
¿Qué haces para intentar integrar proyectos nuevos en tu vida? Únete a la conversación…
Celestino Martínez dice
Hola Chema.
Al final creo que ha quedado un post bastante redondo. Además de que me lo he pasado bien en el proceso de la creación, en esa conversación diferida, me ha hecho reflexionar mucho acerca de cómo gestiono mi tiempo.
Ha sido un placer y estoy seguro de que habrá otras colaboraciones.
Un saludo,
Celestino Martínez.
Chema dice
Yo también me he divertido mucho con el experimento y la conversación 😉
Jordi dice
Excelente post. Me ha encantado. Os felicito
Creo que es importante pararse de vez en cuando para reflexionar y /o coger fuerzas para seguir adelante con una inyección de energía nueva y una reorganización de tus proyectos y el tiempo que les dedicas, pero como dijo Napoleón Bonaparte: “Toma tu tiempo para pensar, pero cuando llegue el momento de la acción, deja de deliberar y actúa”.
También podéis leer el post que escribí en mi blog: »15 recomendaciones para evitar una crisis de productividad de contenidos» que está muy relacionado con la temática de este post, aquí: http://novmarketing.wordpress.com/2011/04/10/15-recomendaciones-para-evitar-una-crisis-de-productividad-de-contenidos/
Un saludo
Jordi Valls
@jordimkt