Vivimos en la época de la infoxicación y la hiperestimulación. El desarrollo de Internet y la web social o 2.0 han traído muchas ventajas, ya que nos permiten vivir en conexión permanente con el resto de los nodos que configuran nuestras redes, lo que favorece el intercambio y el aprendizaje social.
[quote]El exceso de ruido adormece los sentidos y perdemos la capacidad de escucharnos a nosotros mismos[/quote]
Foto de misspixels vía Flickr
Pero por otro lado este bombardeo de estímulos nos está convirtiendo en seres hiperreactivos, lo que está minando entre otras cosas nuestra capacidad de atención y enfoque, y acabando poco a poco con nuestra ya maltrecha productividad.
Vivimos atrapados por las notificaciones de escritorio, alertas del móvil, canales RSS, redes sociales, mensajes instantáneos,… Esto hace que el exceso de estimulación acabe por abolir nuestra atención, ya que son tantas las fuentes que intentan llamar constantemente nuestra atención, que cada vez se necesita más ruido o formas más extravagantes para que nos dirijamos hacia algo en concreto.
¿Cuándo fue la última vez que viste en Youtube un vídeo de más de 5 minutos? ¿Qué tamaño tiene la información que consumes en Internet?
Gracias a la plasticidad de nuestro cerebro nos estamos adaptando y puede que nuestra capacidad de resolución de tareas simples esté mejorando a consecuencia de esta adaptación, pero el precio que pagamos es que no lidiamos bien con las tareas complejas, aquellas que requieren una atención plena.
Estamos aprendiendo a desechar información no relevante a velocidades de vértigo, a hacer lectura rápida exploratoria, a procesar correos según nos van llegando, a consumir 1000 artículos en el RSS en menos de 30 minutos,… En definitiva nos rediseñamos a nosotros y creemos que procesar más información nos hará ser más creativos o aprender más en menos tiempo.
Pero quizás estamos haciendo lo contrario de lo que deberíamos hacer, ya que nuestras mejores ideas surgen precisamente de momentos de aparente desconexión, y muchos de nuestros proyectos se benefician de largos periodos de reflexión.
¿Y cómo podemos revertir esta situación?
Me encantaría conocer la fórmula secreta que conjugue lo mejor de ambos mundos, pero este es uno de los aspectos que tengo pendientes de mejorar.
Puede que una de las claves sea educar la atención y nuestra capacidad de enfoque para favorecer nuestra creatividad y mejorar la productividad personal y aprender a discriminar la información, para ser más ágiles en el tratamiento de los datos.
No creo que sea cuestión de desconectarse totalmente de Internet, sino empezar a mantener más periodos de conexión con uno mismo, aprendiendo a escucharnos y favorecer estos momentos de reflexión. Quizás la lectura pausada, sentarse a escribir y valorar adecuadamente los momentos de interacción social física sean la medicina que necesitamos en estos momentos.
Lo que si parece claro es que es cada vez más necesario desconectar de unas cosas para poder conectar con otras ¿qué opináis?
Atenea Libertana L2 dice
Hola, Chema.
Este es un tema que a mí también me tiene preocupada. Siempre he sido rapidilla y un poco adicta a la información, con lo que este estado de hiperestimulación me resulta cómodo. Pero reconozco que no retengo casi nada de lo que consumo en esta situación.
No obstante, dedico a esta forma de comunicación un tiempo determinado. A lo largo del día, tengo otros momentos que están dedicados a la lectura «en papel», es decir, a la lectura tranquila, con lápiz para subrayar y escribir en los márgenes y un cuaderno de notas para apuntar aquellas cosas que requieren un tiempo mayor de reflexión o profundización.
Por otro lado, nuestro grupo, Atenea Libertana, tiene entre sus objetivos la escritura periódica en nuestro blog. Esto nos lo propusimos precisamente porque el hecho de escribir requiere un proceso de reflexión y ordenación de los pensamientos que es precisamente lo que nos ayuda a desinfoxicarnos.
No sé si te parece una buena manera de responder a esta hiperestimulación. A nosotras nos va funcionando…
Un saludo, me encanta tu blog
L2
Chema dice
Muchas gracias Atenea. Totalmente de acuerdo con tu comentario sobre la escritura de un blog. Escribir periódicamente viene muy bien para ordenar ideas, reflexionar sobre un tema e incluso ampliar la información que tenemos.
Un saludo 😉
Homo Minimus dice
Un excelente y muy necesario artículo.
Te diré alguna de las técnicas que empleo para reducir la infoxicación y aumentar la conexión conmigo mismo:
– Tengo siempre muy presente la ley de Sturgeon http://en.wikipedia.org/wiki/Sturgeon_law; esto es, el 90% de todo es basura. Yo elevaría la cifra al 99%.
– Confino la ingesta de información a periodos específicos del día. Preferiblemente al final del día y después de haber hecho el trabajo más demandante y creativo. [Hoy es una excepción, son las 11:34 am]
– Ando en vez de correr como forma de mantenerme en forma. Antes corría porque así ahorraba tiempo. Corría 40 minutos y así ahorraba tiempo que dedicaba a trabajar o navegar. Ahora prefiero andar 1 hora y 20 minutos para cubrir la misma distancia y así tengo tiempo para la contemplación y la reflexión alejado de redes sociales, libros y páginas web. Fundamental: no llevo iPod o ningún otro aparato electrónico conmigo.
– Reduzco al mínimo las redes sociales: facebook la tengo eliminada desde hace mucho tiempo.
– No tengo iPad, kindle, smartphone, whatsup, ni ningún otro aparato que me permita llevar internet, redes sociales o información electrónica conmigo: así pongo en práctica tu idea de desconectar de internet para conectar conmigo.
– Aumento el tiempo de reflexión. Estoy con Atenea Libertana en que escribir en blogs ayuda a ordenar pensamientos, reflexionar y desinfoxicarnos. De hecho, mi «aplicación mental asesina» para el 2013 es la escritura diaria: http://homominimus.com/2013/01/29/mi-aplicacion-mental-asesina-para-el-2013/
– Por último, me impongo un «multa» por la lectura de cualquier libro, película o artículo de blog: me obligo a escribir una reseña en amazon.es sobre el libro leído o la película vista, y casi siempre comento los artículos de blog leídos que merecen la pena. Ahora mismo estoy escribiendo este comentario como multa por haber dedicado tiempo a leer tu artículo, que es muy interesante. Escribiendo este comentario reflexiono sobre lo que has dicho, sobre lo que yo pienso y asimilo mejor lo aprendido.
Un saludo.
Chema dice
Muchas gracias por aportar tu experiencia.
No conocía la ley de Sturgeon, aunque de algún modo la intuía. Creo que es un tema sobre el que merece la pena reflexionar.
Confieso que me gustaría tener a veces más disciplina y generar hábitos como el de escribir todos los días, y es algo que intentaré implementar por el simple hecho de experimentar. Pero también valoro lo que aporta el caos de tener 50 proyectos en marcha y descubrir momentos mágicos de reflexión, que aparecen casi sin proponérselo.
Gracias por descubrirnos tu blog, tiene cosas muy interesantes. Iré leyendolo con calma…