En un artículo anterior, hemos hablado de las técnicas para aumentar nuestra productividad lectora. Hoy vamos a centrarnos en cómo eliminar hábitos incorrectos para aumentar nuestra velocidad de lectura.
Foto adaptada de puliarf y basykes vía Flickr
Todos los métodos que existen para conseguir multiplicar x4 o x5 nuestra velocidad lectora, se basan en una serie de ejercicios que aumentan la cantidad de palabras que leemos en cada golpe de vista y nuestra capacidad de memorización, de forma que no solo aumente la velocidad, sino también la comprensión de lo que leemos.
Pero no hace falta hacer estos ejercicios para mejorar nuestra velocidad de lectura. Simplemente podemos hacerlo corrigiendo hábitos incorrectos que están limitando nuestra velocidad. Son una serie de hábitos que hemos adquirido durante nuestros años de lectura y la mayoría son fáciles de suprimir, por lo que su eliminación puede mejorar nuestras habilidades lectoras.
1. Mejora el ambiente de lectura
El ambiente de estudio o de lectura condiciona muchísimo tanto la concentración, como la velocidad y comprensión de lo que leemos.
- La iluminación: en el sitio de lectura debemos de disponer de una iluminación adecuada. La luz natural es la que menos nos cansará la vista. Si no es posible natural, una luz artificial que no sea ni demasiado intensa, de forma que se refleje en nuestro libro o lector electrónico, ni demasiado tenue, que haga esforzarse mucho a nuestros ojos. Si vamos a tomar notas, la luz tiene que venir del lado contrario a nuestra mano dominante, para evitar sombras.
- El asiento: si es muy cómodo, incitará a la siesta y disminuirá la concentración. Si es muy incómodo, hará que nos estemos moviendo continuamente, entorpeciendo nuestra lectura.
- Nuestra postura ha de ser correcta: la espalda recta, los brazos, manos y muñecas relajadas y nuestra vista a la altura de la pantalla. Los pies pegados al suelo y las piernas a 90º. Así evitamos tensiones y nuestro cerebro recibe un flujo adecuado de oxígeno.
- La distancia: una distancia apropiada entre nuestros ojos y el texto podría ser de unos 30cms. Este factor es muy importante, porque si estamos alejados, nuestros ojos se cansarán de intentar enfocar las letras y si estamos muy cerca, no podremos abarcar muchas palabras en cada golpe de vista, disminuyendo nuestra velocidad.
2. El estado físico y mental influyen
Todos nos damos cuenta, que cuando estamos cansados nos cuesta mucho mantener el foco en algo y nos dispersamos con mucha facilidad. Por eso, será también difícil mantener una velocidad lectora de crucero alta si no estamos descansados. Por eso, es recomendable leer primero aquello que más requiera de nuestra atención.
3. No de releer el texto una y otra vez
Lo hacemos de forma contínua e inconscientemente. Creemos que no hemos comprendido o asimilado lo que acabamos de leer y volvemos para atrás una y otra vez. Esta costumbre, disminuye drásticamente nuestra velocidad. Si tienes este hábito haz la siguiente prueba: lee un texto sin releer ni volver hacia atrás y verás como realmente si que lo habías comprendido, era tu inseguridad la que creía que no. Quizás te faltó tiempo para asimilarlo y con el contexto posterior lo has acabado por entender.
Nos pasa sobre todo cuando estamos cansados y desenfocados, que nos ponemos a pensar en otra cosa mientras seguimos leyendo.
4. La boca cerrada y quieta
Este es otro de los hábitos que disminuyen mucho la velocidad. Consiste en ir repasando o leyendo a la vez en voz alta o simplemente usando los labios a modo de acompañamiento. Nuestra velocidad de lectura es mucho mayor que leyendo en voz alta o moviendo los labios.
5. Evitar repetir mentalmente lo que estamos leyendo
Esto lo hacemos inconscientemente porque creemos que así memorizaremos mejor lo que estamos leyendo. Supone otro freno en nuestra velocidad de lectura.
6. Los ojos… también quietos
De niños nos han enseñado a leer de izquierda a derecha y de arriba abajo. A la hora de aprender a leer, es un método muy bueno, porque vamos acompañando la lectura con nuestros ojos, de forma que vamos descubriendo cada palabra del texto. El problema es que nos han dejado de enseñar en ese punto y cuando somos adultos y alcanzamos mayores velocidad de lectura , seguimos leyendo moviendo los ojos de izquierda a derecha.
Este hábito a la larga, cansa nuestros ojos y supone un límite en nuestra velocidad, nos impide leer más rápido. Tiene el mismo efecto que leer en un coche en marcha: nuestros ojos intentan desesperadamente enfocar cada palabra y no perderse, cansándose y haciéndolo de forma muy lenta.
Si queremos eliminar este hábito, tenemos que aprender a leer a pequeños saltos, en lugar de haciendo barridos horizontales por el texto. En esto se basan muchas de las técnicas de aumento de la velocidad de lectura.
7. Mete en un cajón a la inseguridad y al miedo
Al igual que en la vida en general, el miedo y la inseguridad actúan como un freno a la hora de leer. Si pensamos que somos muy lentos cuando leemos, que no asimilamos bien las cosas y que no comprendemos el texto, seguramente lo hagamos. Debemos ser capaces de crear un Efecto Pigmalión Positivo hacia nosotros mismos y pensar que seremos capaces de leer a alta velocidad. Los resultados llegarán.
Ahora que ya conocemos los 7 jinetes que están frenando nuestro verdadero potencial a la hora de leer rápido, podemos eliminarlos y pensar en aprovechar todo nuestro potencial lector. En el siguiente artículo dedicado a este tema, analizaremos las técnicas más usadas para mejorar nuestra velocidad de lectura.
Ya tengo más o menos dominados los puntos 1, 3, 5 y el 6 creo que es el más difícil de reeducar, así que nos llevará su tiempo…
¿Tienes algún hábito incorrecto de lectura que quieras corregir?
Montse dice
La práctica hace mucho.Yo adquirí la habilidad de leer muy rápido, pues diariamente por mi trabajo tenía muchos correos, informes y circulares que debía leer, al menos, para filtrarlos, saber de que iban y si podía delegarlos. Se acaba siendo muy rápido, pero yo tenía un problema, cuando quería leer un libro por placer, me costaba bajar la velocidad y tenía la costumbre de saltarme párrafos que consideraba paja. Por fortuna ahora que no trabajo , ya consigo leer un libro como es debido.
Adjunto una curiosidad que he visto en la web de http://r.villateatspace.eu/
que trata sobre este tema.
Tema: (Curioso) No importa el orden de las letras …
El odren no ipmotra…
Sgeun un etsduio de una uivenrsdiad ignlsea, no ipmotra el odren en el que las ltears etsan ersciats, la uicna csoa ipormtnate es que la pmrirea y la utlima ltera esetn ecsritas en la psiocion cocrrtea.
El rsteo peuden etsar ttaolmntee mal y aun pordas lerelo sin pobrleams.
Etso es pquore no lemeos cada ltera por si msima, snio la paalbra en un tdoo. presnoamelnte me preace icrneilbe.
Saludos,
Montse
Montse dice
Perdón el enlace correcto es http://rvillate.atspace.eu/
Chema dice
Gracias por el enlace!
Creo que todos usamos la técnica del sobrevuelo cuando escaneamos textos en busca de información interesante. Aunque no deberíamos considerarlo como lectura rápida, ya que en realidad no estamos asimilando la información.
A mi también me ha pasado de terminar un escaneo y comenzar a leer algún libro de la misma manera, cuesta cambiar el chip 😉
Mcuhas garcais pro cmomnetar Mnotse!!
Jaime dice
Viva ramon campayo
Javi Urbano dice
Estupendo post Ruth. A mi el que me falla es el octavo habito… crear un espacio y tener tiempo para leer. El no tenerlo me hace leer mas rápido y paradójicamente peor al juntar muchos de los otros hábitos.
Rafael Hernamperez dice
Gracias por este artículo tan interesante y útil. No nos paramos a pensar sobre algo tan elemental como la lectura, y los hábitos perniciosos que cometemos y que nos lastran en la consecución de nuestra productividad, concentración y comprensión.